miércoles 10 de agosto 2016
Libertad reposeída con antifaz de promesa juego nefasto de números que rige hasta el pulso cardiaco postre empalagoso de bienes repartidos con mermelada de codicia Pero el amanecer sembró dos colas de arco iris en la playa y confundió al mar con su belleza dorada a tal punto que lo hizo llorar mercurio y reír plata A quienes madrugan, los colores le ayudan, excepto a José, que barre el turno de cuatro a diez con ojos hinchados que lo delatan develando huellas de su honda tristeza: “La vida es dura. Tengo apartamento, pensión y trabajo, pero eso no me llena.”
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P. P. P.Ahora: cada día tiene su pie forzado, lo importante es seguir, sin forzar demasiado Archives
November 2022
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