sábado 30 de marzo 2019
Confirmamos que bajo el suelo hay agua y un legado de basura y esperanza escurridiza. Falta dejarla correr. No la metas en frascos. No la etiquetes con números de metal. Háblale de su pasado sin comprometer su futuro. Me pregunto de qué escribo y me miento cuando digo que no importa. Importa este tiempo/espacio compartido con mariposas amarillas, cubiertos chillones y otras cosas que no aprecio porque me ciega la tristeza. Escribir con la mente inhundada de ti no es fácil. Todo se moja. Aquí hay mucha humedad y las ideas tardan en secar. Se abomban. Puede que apesten hasta mañana. No te ofendas. La única que tiene derecho a ofenderse soy yo. No sé si escribir un poco más. Sabemos que no hay fondo. Hay asombro, dolor y más asombro. Hay goces sencillos también. No llego a ellos pero tampoco lloro. Me tomo una pepa que me seca por dentro. Pronto podré reír sin tragar tanta agua.
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P. P. P.Ahora: cada día tiene su pie forzado, lo importante es seguir, sin forzar demasiado Archives
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