domingo 21 de enero 2018
Juego a olvidar los huesos o a llenar la caja torácica de viento que luego sale por los ojos como chorro de vapor. Juego a permitir el derrumbe sin predecirlo, sin resistirlo. Juego a recomponerme de golpe o a esperar el impulso para seguir. Juego a perder el balance, o a perderme en el balance. Juego a ave de aceite, a cangrejo arrebataó, a felino feliz. Juego a que no me importa que me miren pero siempre pierdo ese juego así que hago trampa y escondo la mirada. El foco lo siembro en el horizonte o a veces lo anclo en el cielo si cae el sol y los colores me convencen. Juego a percusión con los pies, a “rabia bailable”, juego a cansarme, a perderme en el jadeo. Juego más cuando cae la noche y se borran las caras. Juego pero no sonrío. El placer en estos tiempos aún conlleva demasiado esfuerzo.
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P. P. P.Ahora: cada día tiene su pie forzado, lo importante es seguir, sin forzar demasiado Archives
November 2022
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