domingo 17 de marzo 2019
Llegué a la playita que queda al lado suroeste de la laguna del Condado. Se veía muy limpia el agua, aunque una nunca sabe. Ya había corrido casi dos millas. Me puse a estirar y bailar en bikini. Como de costumbre, quería explorarme en ese espacio dinámico justo en la orilla sin mojar mi ropa. Es donde mejor logro habitar el cuerpo de agua que soy, pero hace tiempo no me sentía tan incómoda en mi elemento. Había muchos hombres comentando entre sí. “¿Oye Carli tú no haces yoga? Tírate una yoga ahí.” La estaban pasando bien. Yo no tanto. Pero eso va a cambiar.
0 Comments
Leave a Reply. |
P. P. P.Ahora: cada día tiene su pie forzado, lo importante es seguir, sin forzar demasiado Archives
November 2022
Categories |