domingo 14 de agosto 2016
Felices marejadas que hoy arropan la costa Saben exactamente de donde vienen y a donde van Hoy la noche dejó de creer en la oscuridad Y la brisa supo exactamente como iluminarla Los milagros se vuelcan una y otra vez entre la espuma adornando la orilla de infinitas posibilidades Yo fui mera espectadora de magia cotidiana Arbitro de un juego infinito que siempre se puede ganar mientras las estrellas lleven la puntuación y los jugadores no se rindan. No hay auspiciador que valga a menos que esté dispuesto a pagar con quintales de aire limpio y una lluvia de lirios.
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P. P. P.Ahora: cada día tiene su pie forzado, lo importante es seguir, sin forzar demasiado Archives
November 2022
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